Ficha Técnica:
Año: 1977.
País:Canadá
Duración: 91 mins
Director: David Cronenberg.
Guión: David Cronenberg.
Producción: John Carmody, John Dunning, Danny Goldberg, André Link e Ivan Reitman
Fotografía: René Verzier
Música: Ivan Reitman.
Montaje: Jean LaFleur.
Dirección artística: Claude Marchand .
Reparto: Marilyn Chambers (Rose), Frank Moore (Hart Read) , Joe Silver (Murray Cypher), Howard Ryshpan (Dr Keloid),Susan Roman (Mindy Kent), Patricia Gage (Dra Keloid), Roger Pariard (Lloyd Walsh), Terry Schonblum (Judy Glasberg) .
Sinopsis:
Una joven sufre un accidente de moto y queda malherida. Al ingresar en la clínica donde se la trata de sus quemaduras se decide someterla a un novedoso tratamiento para regenerar sus tejidos, pero este presenta unos extraños e inesperados efectos secundarios convirtiendo a la joven en portadora de un extraño apéndice que emerge de su axila, con el que extrae sangre de otros seres humanos al tiempo que los convierte en enloquecidos y violentos autómatas asesinos que atacan y contagian a su vez a otros..
Crítica:
La ratificación de un estilo de hacer terror
David Cronenberg rodó “Rabia” (Rabid,David Cronenberg,1977) un par de años después de su revolucionaria “Vinieron de dentro de..”(Shivers,David Cronenberg,1975 ) y eso se nota en su estilo , bastante parecido al de la obra citada. Casi podrían considerarse como primas hermanas, o incluso transcurrir en un mismo universo ficticio. De hecho ambas películas parten de una premisa muy similar: La de una joven que es sometida a algún tipo de experimento por parte de un médico o científico y a partir de ahí desarrollan en sus cuerpos algún tipo de amenaza que , a partir de ahí, se va expandiendo. Sin embargo aquí, la protagonista es un agente “activo”, que no es eliminado en el inicio y se dedica a experimentar y sufrir esos cambios corporales en si misma , los cuales no comprende , pero a los que debe seguir instintivamente y sin poder evitarlo.
“Rabid” vuelve a comenzar situándonos en un escenario cotidiano y familiar donde , una vez más , la intervención de la ciencia “experimental” desencadena una “mutación” en el cuerpo humano, y a partir de entonces una nueva amenaza desconocida y desconcertante empieza a hacer de las suyas. Cronenberg disfraza de nuevo su discurso de un halo de “medicina-ficción” que lo hace verosímil (que no realista) y que actúa como justificante de los sucesos que van ocurriendo. De esta forma se desmarca de toda la corriente de terror más “preternatural” , donde la amenaza suele provenir de un medio etéreo y mágico de difícil (o quizás demasiado fácil) justificación. El terror de Cronenberg podríamos decir por tanto que es más elaborado en ese sentido.

“Rabid” dispuso de un presupuesto notablemente superior al de los anteriores trabajos del cineasta y contó en su haber con la estrella del cine pornográfico Marilyn Chambers como protagonista. No faltan las malas lenguas que dicen que una productora de cine erótico estuvo , en parte, detrás de la financiación del film y que fueron ellos quien impusieron a la “estrella” en un intento de relanzar su carrera como actriz de cine “convencional”. Algo que a fecha de hoy parece desmentido.. Chambers realiza un papel protagónico considerablemente solvente dentro de sus limitaciones, no exento de erotismo y mostrando su cuerpo en todo su esplendor el algunas escenas. La actriz finalmente se vería relegada (salvo contadas ocasiones) al cine de índole pornográfica durante el resto de su carrera, falleciendo prematuramente a los 56 años. Por lo demás “Rabid” es un perfecto ejemplo de “cine de autor” , desprejuiciado, transgresor y sin complejos. Aquí además vuelve a intervenir el actor Joe Silver , realizando un papel bastante similar al que ya desempeñase en “Shivers” por lo que se puede considerar al intérprete como otro nexo curioso entre ambas producciones.

No podemos pasar por alto, aunque sea a título circunstancial, que “Rabia” (Rabid,David Cronenberg,1977), se estrenó en plena fiebre de “cine de zombies”, siendo prácticamente coetánea con las obras de muertos vivientes caníbales y asesinos de las producciones hiperviolentas de Romero y Fulci , frente a cuyo renombre quizás pudiese haber palidecido o incluso pasado desapercibida. Y sin embargo esta supo hacerse un hueco y destacar en aquel panorama por méritos propios.
Cronenberg continúa aquí su exploración de las “mutaciones inducidas” sobre el cuerpo humano, haciendo uso del grafismo que le caracteriza. Por eso aquí asistimos a las modificaciones que sufre un cuerpo femenino normal, a partir de haber sido sometido a un tratamiento para hacer sanar sus heridas, mediante un supuesto injerto de piel , bajo el enigmático nombre de una clínica especializada en cirugía plástica, la del doctor “Keloid” (palabra en inglés que significa “queloide”, es decir , lesiones cutáneas con malformación o crecimiento anómalo de tejidos) y a las consecuencias que todo ello tendrá en un entorno social que previamente nunca había conocido una amenaza similar . Como vemos , las referencias médicas y al mundo de la ciencia son continuadas en esta etapa de la obra de Cronenberg , algo que no es extraño teniendo en cuenta la familiarización del cineasta con el mundo de la biología .
Cronenberg parece considerar atractivas las texturas biológicas y en sus films parte de esta idea de “órgano evolucionado” que adquiere nuevas formas, utilidades y dimensiones. Aunque los efectos y resultados no sean del todo positivos desde un punto de vista moral o ético. Pero que aquí se nos muestran como algo que simplemente sucede, y hay que observar desde un prisma objetivo, sin entrar en valoraciones que no tendían sentido al observarlos en ,por ejemplo, un laboratorio.
Aquí Cronenberg , de nuevo, trata de hacer verosímil su discurso fantástico dotándolo de una aparente “explicación científica”. En la cual los aberrantes cambios corporales que además desencadenan la amenaza masiva son provocados , efectivamente, por una intervención ajena sobre el cuerpo humano , que hasta el momento era normal. Con lo que este pasa a desarrollar funciones con efectos no deseados. En este caso una especie de aguijón (de nuevo de aspecto peneano, como los parásitos gusanoides de “Vinieron de dentro de..” (Shivers,David Cronenberg,1975) ) , que a su vez emerge de lo que podríamos calificar como “agujero vaginal” situado en la zona axilar de la chica. El cual la misma utiliza , aparentemente por instinto, para alimentarse de la sangre de otras personas, absorbiéndolas mediante un acercamiento de índole sexual , o mismamente como instrumento de defensa en un momento dado. A cambio, el fálico aguijón transmite un extraño virus que provoca en las personas unos efectos parecidos a la enfermedad de la hidrofobia.
Aquí Cronenberg parece utilizar , sin lugar a dudas, el proceso de picadura que ejercería por ejemplo un mosquito ,para la alimentación y posible transmisión de patologías víricas , para su historia. Al mismo tiempo el comportamiento de la protagonista parecería asemejarse al de una mantis religiosa que actúa de manera violenta con su pareja reproductiva al consumar el coito. A fin de cuentas ¿no deja de ser esta una especia de parásito que se alimenta de sangre de víctimas a cambio de transformarlas en enfermos? Observemos que aquí Cronenberg también ejerce un interesante paralelismo de una infección desconocida y fatal de índole biológica con la propia idea de “vampirismo”. Además la joven parece necesitar la sangre humana como una droga , padeciendo algo parecido a un síndrome de abstinencia cuando no puede conseguirla.. La protagonista Rose, es la transformación que Cronenberg , con su terror científico hace de un icono clásico del terror como es el vampiro , que bebe sangre y transforma a su víctima en algo diferente de lo que este era con anterioridad al ataque. Pero a su vez los enfermos de “Rabia” enloquecidos que atacan e igualmente infectan a otras víctimas es la derivación que Cronenberg podría hacer , mediante el mismo proceso de otro icono terrorífico clásico (El Zombie , o su derivación más moderna , el “infectado” ) pasado por el tamiz del tratamiento del terror que le interesa a Cronenberg.
Las formas biológicas convencionales son utilizadas por el director para darles otra función diferente (En este caso un “pene aguijón” que en lugar de como órgano reproductivo sire para absorber plasma sanguíneo) . En determinado momento de la película un de las enfermeras le insiste al director de la clínica la no necesidad de emplear un injerto en el interior del cuerpo de la joven por riesgo de que esta pudiese desarrollar un cáncer. Como se aprecia Cronenberg no deja de usar referentes puramente médicos a los que somete a una “vuelta de tuerca” metafórica y en este caso la amenaza cancerígena deriva en algo nuevo y desconocido. Es toda esta serie de elementos los que conforman el nuevo concepto fantatarrorífico del director.

Aunque la estructura es básicamente la misma que en “Shivers”, aquí la acción no se limita al complejo de edificios principal (en esta caso la clínica) donde todo comienza, sino que esta se extiende hasta la ciudad cuando la primera de las víctimas de Rose, es transladado a un hospital de la ciudad y a su vez empieza a extender la extraña infección por toda la urbe. Sus siguientes víctimas por su lado también muestran un hambre voraz que les lleva a practicar el canibalismo en otros lugares ,por lo que la infección va propagándose exponencialmente en varios lugares, antes de morir ellos mismos finalmente. Observemos que estamos , una vez más, ante la misma estructura de una enfermedad infecciosa: Un agente principal (en este caso Rose, la protagonista) infecta a varios sujetos que a su vez infectan a otros. Lo cual es básicamente como un proceso en el que una célula es infectada por el vector biológico y a su vez van infectando a otras células.. que a su vez también infectan.

En este film además comienzan a concretarse gustos estilísticos y temáticos del cineasta como por ejemplo todo lo referente a accidentes de tráfico o colisiones entre vehículos, algo de lo que ya empezábamos a ver retazos en alguna escena de “Shivers” pero que se presentaría de manera mucho más evidente en posteriores obras del autor, llegando el culmen en “Crash” (Crash, David Cronenberg, 1996) de la que hablaremos largo y tendido en su momento. El caso es que “Rabid” es un interesante punto de inflexión dentro de la filmografía de Cronenberg en diversos aspectos y probablemente el inicio de lo que podríamos denominar como su “etapa de madurez” artística. En todo caso aquí se atreve incluso con las escenas de acción de planificación más compleja y elaborada , las cuales son introducidas en la trama de manera , quizás algo gratuita, pero sin dejar de causar impacto y aportando algo más de dinamismo a la peli. A destacar en este sentido la escena del tiroteo en el centro comercial , o todo lo referente al despliegue militar que pone a la ciudad en cuarentena. Y que da la sensación de , a su vez , estar bastante inspirada en otra obra de culto como es “Los crazies” (The Crazies, George a. Romero, 1973)

Ya en el momento de rodar este film quedaba claro que el núcleo del discurso de Cronenberg es la enfermedad. El caldo de cultivo de sus argumentos. Cronenberg explora la enfermedad en todas sus facetas (físicas y mentales) en sus historias. Pero además en este caso la “enfermedad” , o llamémosle mejor “condición” que sufre Rose, la insta a luchar por sobrevivir como un ser extraño en un ambiente que le es hostil, y en el que debe desenvolverse como un virus en el interior de un cuerpo. Sin embargo ella, también resulta ser un ser hostil para el medio en el que se mueve y trata de sobrevivir a costa de contaminarlo de manera forzosa y sin poder evitarlo. En este caso Rose es el virus que difunde la enfermedad y ella solo parece ser parcialmente consciente de ello. Ella simplemente lleva a cabo un ciclo para el que su nueva morfología física la ha preparado , y se ve forzada a hacer lo que hace , como necesidad fisiológica, sin pararse mucho a pensar si está bien o mal. Durante la mayor parte del tiempo tampoco parece comprender que ella es el agente transmisor de la extraña enfermedad que convierte a la gente en un peligro , y acaba finalmente con ellos.
Es curioso que la protagonista sea autoconsciente de que algo extraño la pasa pero no parece entender exactamente lo que es. De esa manera experimenta un gran placer al alimentarse de sangre humana pero su cuerpo rechaza cualquier otro alimento, incluida la sangre animal, debiendo esta en parte voluntariamente y en parte de manera forzosa, a renunciar a todo aquello que no sea hincarle el aguijón a otros congéneres. Llegando incluso a acabar con su mejor amiga a causa de su estado . Finalmente la única vacuna parece ser el suicidio.
La sexualidad y sus posibilidades, la violencia explícita y la carne modificada, todas estas obsesiones artísticas del canadiense están también plenamente presentes en esta historia, donde no tiene reparos en mostrarnos con toda su crudeza escenas de agresión, malformación corporal y sexo violento. A fin de cuentas Eros y tánatos en toda su extensión. Pero que a David Cronenberg le sirven para exponernos algunas de sus inquietudes, que según su criterio personal, deben de ser mostradas a cámara , sin elipsis y sin ocultaciones (inolvidables esos primeros planos del injerto-mutante emergiendo del agujero carnoso que tiene en su cuerpo la protagonista) . Finalmente , reina el caos y cuando la enfermedad ya está lo suficientemente extendida se produce el inevitable estado de sitio , para eliminar la “infección” de manera implacable y poder terminar de una vez con la amenaza (como un cuerpo que libera defensas masivas para terminar con el virus) y el final de la historia rebosa dramatismo, siendo sus últimos momentos realmente emotivos.

Curiosidades:
- Sissy Spacek fue la primera opción de Cronenberg para el papel protagonista. Sin embargo Ivan Reitman propuso a Marilyn Chambers como una mejor opción, alegando que el rol necesitaba “Sex Appeal”, además de considerar que el acento texano de Spacek no era demasiado apropiado para el Film . Un poster de “Carrie” (Carrie, Brian De Palma,1976) puede verse , como un guiño a este hecho, en la escena en la que Rose pasea por la calle tras salir del cine porno.
- La canción que suena en la radio del taller del novio de la protagonista cuando este se encuentra reparando el motor es el tema “Benihana” cantado por la propia Marilyn Chambers.
- El título portugués de la película es “Enraivecida na Fúria do Sexo” . Algo asi como “Enrabietada por la furia del sexo”.
- Entre los diversos “gazapos” que contiene la película, uno de los más notorios y evidentes sucede cuando uno de los “infectados” se sube al parabrisas del coche del novio de la protagonista y es abatido de un disparo. En el momento en que los miembros del grupo de limpieza acuden a desinfectar el cristal lleno de sangre. Puede verse claramente al cámara que rueda las tomas desde dentro del vehículo, filmando con su cámara, a través del cristal.
- La moto en la que se estrella la protagonista y su novio es una 750cc Norton Commando. La película incluye además numerosos guiños al mundo de las motos y los moteros. Por ejemplo en una escena se vislumbra el poster de “Easy Rider. Buscando mi destino” (Easy Rider,Dennis Hopper, 1969).
- Las “Hermanas Soska” realizaron un remake de este título y hasta tuvieron la idea de desarrollar una posible serie de T.V basada en el film. El remake se estrenó en el año 2019
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